Las altas temperaturas, que suelen registrarse en el verano aumentan, los riesgos de deshidratación y de sufrir un golpe de calor. Para disminuirlos, debemos procurar una tener una alimentación adecuada en esta época.
Por Milagros Merino. 05 marzo, 2020.Es importante mantenerse hidratados, por tal motivo es recomendable beber una mayor cantidad de líquido y priorizar el consumo de alimentos frescos, en particular verduras y frutas, ya que estas son ricas en agua, vitaminas y minerales y, además, sirven para rehidratarse.
Por lo antes mencionado, será importante tener en cuenta estas recomendaciones:
Cuida la hidratación. Para ello, es imprescindible aumentar la ingesta de líquidos ya que con el calor el organismo pierde mucha agua. Hidrátate bebiendo 2 litros de agua al día, infusiones, refrescos naturales no azucarados y evita el consumo de gaseosas, bebidas envasadas y alcohol, pues estas solo ocasionaran mayor deshidratación, sensación de sed y aumento de peso.
Ingiere cinco comidas al día. Es preferible ingerir cinco comidas ligeras al día, en lugar de comer en exceso tres de ellas. Recuerda añadir siempre, a las comidas principales, dos snacks saludables de media mañana y media tarde.
Consume frutas y verduras. Contienen mucha agua, vitaminas, minerales y fibra; y su digestión es muy ligera. Es mejor consumirlas crudas, ya que de esta manera sus nutrientes no se pierden. Entre las frutas que más nos hidratan tenemos: sandía (95% agua), pepino (93% agua), melón (90% agua), piña (89% agua), mandarina (85% agua), y otras. Entre las verduras que más agua contienen están el pepinillo (97% agua), lechuga (96% agua), apio (95% agua), rábano (95% agua), tomate (90% agua), entre otras. Recuerda consumir 5 porciones al día entre frutas y verduras.
Evita las comidas copiosas. Las comidas hechas con embutidos, las salsas con mucha grasa, frituras y comida chatarra sólo ocasionaran malestar y pesadez. Se recomienda tomar alimentos ricos en nutrientes (que no caigan pesados) como ensaladas de verduras y frutas, cremas de verduras frías, preparaciones al vapor, al horno o a la plancha y salsas ligeras con vinagretas naturales.
Consume más pescado que carne. El pescado contiene más agua que la carne y su digestión es más rápida. Además, los ácidos grasos esenciales del pescado azul ayudan a nutrir la piel desde el interior. Además, recuerda no freír el pescado para asegurarte de mantener la totalidad de sus nutrientes.
¡Disfruta del verano, comiendo sano y evita un golpe de calor!